domingo, 20 de agosto de 2017

Los tres caminos del cuarto de Reflexiones Eloy Reverón

Casi siempre hay una carta escondida en el Cuarto de Reflexiones. Algunos ritos irregulares olvidan o ignoran colocarla bien escondida en el lugar que sugiere la Carta de Edgar Alam Poe. Otros megalómanos mal orientados llegan a la cúspide de su “carrera masónica”, una masonería a la carrera como decía el QH, Manuel Batista Nava, quien alumbró nuestros pasos en la investigación histórica sobre este tema.

En los lexicones de masonería nos hablan a secas de un testamento filosófico. El VITRIOL como una incitación a la búsqueda del Yo superior. Las tres preguntas. ¿Siempre son las mismas tres? De qué nos hacemos responsables cuando respondemos?
¿No nos hacemos responsables de la vida en tres planos?
Acaso cuando decimos deberes para con Dios ¿no implica un deber para con la totalidad de la Vida?
Acaso cuando decimos deberes para con el Prójimo ¿no implica un deber para con la sociedad?
Acaso cuando decimos deberes para con nosotros mismos ¿No estamos hablando de labrar la piedra bruta de nuestra personalidad para dejar que fluya el Yo superior o Yo volitivo?
Esta es la guía esencial que nos ofrece la iniciación. Pero el atore por recibir grados, medallas y diplomas no permitieron a muchos buscadores, ni siquiera recordar dónde está la Carta, posiblemente la miraron pero no la vieron. Cuando se tiene en mente la educación de la cultura profana, sucede esto con facilidad. Cuando no se cuenta con educación profana suele ser peor porque se asume la logia como un espacio para resolver las frustraciones no resueltas en la calle.
Se me ocurre que la palabra escrita del recipiendario puede marcar o sentenciar con el poder de su palabra, a su camino de neófito, bien hacia un camino a tres planos, a un triple camino, o a alguno o algunos de ellos.
Esa es la clave. Juras aseguras. Respondes a tres preguntas que pueden ser olvidadas pero son una sentencia. Responder es hacerse responsable. Si vamos a responder, tenemos toda una vida iniciática para responder esas tres preguntas. Para cumplir con esos compromisos debo comenzar por responderme a mí mismo ¿Quién Soy Yo? La Carta de Compromiso proyecta la responsabilidad desde tres niveles. Unos asumen 1, el otro asume el 2 o el tres. El tema es remar parejo.


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