jueves, 19 de diciembre de 2013

Álgebra y Masonería Eloy Reverón

Entre los grandes aportes de la sabiduría que llegó a Europa de Oriente, además del Arte Real, se encuentra el conocimiento de los números, específicamente el manejo del cero. No vamos a pensar ni en la trigonometría, geometría ni tampoco vamos a tratar un tema del cual el profesor Baldor nos dejó un legado para entenderla desde de manera progresiva: desde lo más sencillo o simplificado, hasta lo más complejo. Tal como lo cuenta el Venerable Maestro desde El Oriente.
Un símbolo puede expresar infinitos
conceptos de manera simultánea 
Tampoco nos vamos a referir a cómo valernos del álgebra para construir catedrales, ni sociedades. Simplemente vamos a concebir algebráicamente el concepto de masonería. No se trata de elaborar un concepto telegráfico porque nos estén cobrando por sílabas. Será la manera más simple y más compleja, como hacen los matemáticos, es expresándola mediante un símbolo, porque concepto de masonería, existen tantos como masones. Pero todos ellos saben de qué se trata cuando lo miran. En el caso que nos precede, no sólo pensamos en masonería cuando lo vemos, sino que en este caso se trata de masonería venezolana. Para quienes no estén familiarizados con la forma del mapa de Venezuela, este símbolo estaría particularmente en el plano del misterio.
Convenimos en nuestro seminario que esa escuadra y ese compás nos permite comenzar a pensar en ella como una forma de socializar de origen británico. 
Emblema de la
Orden Militar de San Luis
También existieron las Ordenes de Caballería, como la Orden de Malta, la de los Caballeros Hospitalarios, y otras órdenes posteriores como la que el rey otorgaba a gente quien gracias a sus recursos económicos o bien sea heroicos, prestaban un gran servicio a la Corona. Como es el caso de la que le otorgara el rey de Francia al almirante Jacques Andrés Cassard, la Orden Militar de San Luis. La cual se representa con una insignia y se prende del pecho del uniforme. En este caso la insignia otorga al portador un reconocimiento de "nobleza", una suerte de reconocimiento de la lealtad del portador a la Monarquía.


Andrés Cassard, representante
de la Masonería Venezolana en
Nueva York 1856
No es fortuito que recuerde al Almirante Jacques Cassard (1679 1740), lo hago porque él es ascendiente directo de un masón de primer orden que tiene el mérito de haber sintetizado la bibliografía masónica más importante que tuvo a su alcance a mediados del siglo XIX, para colocarlo a disposición de la gente de habla hispana. Además de ser el fundador de la primera logia de habla hispana en Estados Unidos del Norte de América. 


Puede aludir también
una masonería más compleja
Su abuelo, o bisabuelo, pertenecía a una familia burguesa del puerto de Nantes, inversionistas también en el negocio de las flotas mercantes. Los padres de Andrés llegaron a Cuba huyendo de la "Revolución de los Jabinos Negros de Haití" y de allí emigró a Estados Unidos. 

Hasta ahora, el hilo conductor de esta charla ha sido la síntesis, el símbolo, la idea de expresar más con menos, o reduzca todo lo que usted sabe de algo a un símbolo para trabajarlo con mayor agilidad, mientras trata de relacionarlo con otros temas igual de complejos. Así opera la mente algebráica, así operara la mente masónica propiamente dicha.

De igual manera reducimos la historia a un símbolo, convenimos que podría ser H y su concepto en su mínima común expresión: el conocimiento del espacio-tiempo en dimensión social. Respondo a preguntas de primer grado ¿De donde vengo? para seguir entonces con ¿Quién soy? para poder trazar mi destino ¿Hacia dónde voy? Esto lo expresó Andrés Cassard en su Manual de Masonería, del cual se conserva una edición en la sección de Libros Raros de la Biblioteca Nacional.
 Por ahora nos interesa dejar sentado que abrimos la reflexión en torno a uno de los primeros secretos de la masonería practicado dentro de las primeras logias masónicas modernas: la tolerancia religiosa. Después de siglos de guerras religiosas, surge una organización que decide reunir en su seno, personas de diferentes credos religiosos compartiendo fraternalmente el pan de la paz, la búsqueda espiritual y posteriormente, la defensa de los Derechos Civiles. Entre tantas masonerías, comienzan a vislumbrarse las masonerías que llegaron a Venezuela. A todas ellas puede acoplarse el mínimo común múltiplo de Masonería: estilo de socialización británico. Eso es por ahora, lo masónico, y queda para pensarlo durante las próximas clases. Así, hasta que lleguemos a lo más complejo.


lunes, 30 de septiembre de 2013

Decadencia de la Masonería Por Eloy Reverón

Cursando la cátedra de Historia de Venezuela contemporánea durante los estudios para la maestría en Relaciones Internacionales del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos “Pedro Gual” con el profesor Manuel Caballero[1], tratamos el tema de las crisis de la Masonería en el siglo XX. Para precisar el término crisis en teoría histórica es asumido como un tránsito de determinadas condiciones que determinan el paso de un período histórico a otro. El enunciado que utilizamos en aquel momento fue expresado de la siguiente forma en la introducción a aquella investigación: “Observamos a la Masonería venezolana como  la Orden de los próceres de la Independencia, de todos los presidentes del siglo pasado, y la de la lucha por la igualdad de los derechos civiles durante los primeros años de la segunda mitad del siglo XIX. Nos encontramos ante un pasado  glorioso, frente al cual, la Masonería actual luce pálida, inactiva y decadente. Lo que no sabemos a ciencia cierta, es  si detrás de ese aspecto externo, hay algo más que no ha revelado la documentación.

Ese contraste tan marcado nos hizo pensar en un período de crisis, donde se produjo ese cambio”   Hagamos un paréntesis en este punto para establecer una primera interrogante. Estamos hablando de auge y decadencia de una institución, que desde su establecimiento institucional en 1824, pasó treinta años antes de consolidarse como Gran Logia a nivel institucional en todo el territorio nacional[2]. ¿Cuál sería entonces el criterio más apropiado para establecer el parámetro de auge o decadencia? Sin duda que el parámetro que utilicé en aquel entonces fue un parámetro político, por no decir profano.
En primer lugar observamos una Orden de Próceres de la Independencia. En segundo término, la Orden de los presidentes de la República durante el siglo XIX. Pero además estamos hablando de un colectivo masónico que se manifiesta en la documentación preservada, a través de su capacidad para organizarse en virtud de la lucha por la igualdad en el plano de los derechos civiles. Los tres juicios de valor deben ser sometidos a una hermenéutica que permita afinar los elementos de juicio antes de hablar en términos de auge y decadencia.
Investigaciones posteriores a la de ese curso de Historia de Venezuela Contemporánea, nos han ilustrado en muchos aspectos para seguir enunciando con mejor propiedad aquellas acciones. Dividamos en tres partes nuestro análisis sobre este asunto.
1.- El enunciado parece partir de la premisa de que ser prócer de la Independencia es una virtud masónica. No estoy seguro de que un masón como Juan Vicente González Delgado, quien figura en el cuadro de la logia Fe N 35 del año 1866, estaría muy de acuerdo con nuestro enunciado, sobre todo, si juzgamos por lo que expresa en su obra sobre la ruina y la desolación causada por aquellos rebeldes del 19 de abril[3].
¿Una virtud de cuál masonería y de cuál independencia.?
¿Cuáles son las virtudes masónicas?
Carlos Manuel Berhelt Berrocal en su Concepto de la Virtud en la Masonería[4] nos habla de tres virtudes esenciales que debe presentar el candidato a la iniciación masónica: ser libre Pensador, tener voluntad propia y discreción absoluta. Él apunta tres elementos propios de la ética masónica. Además define a la logia como el lugar donde se congregan hombres independientes para adquirir los conocimientos que los lleven a lograr las virtudes sociales. Sin detallar importantes comentarios que hace sobre la virtud desde el punto de vista etimológico, ético filosófico, y desde la perspectiva del Talmud. Pensamos que si ser independiente es una condición esencial del ser masón. Entonces suena lógico que los masones del siglo XX hubiesen admirado a los héroes de la independencia como prototipo ideal del masón.
La pregunta que surge de esta respuesta está dirigida a los masones del siglo XIX. ¿Por qué ellos no alardearon tanto sobre los próceres de la Independencia?
De cuál independencia habría que despejar la pregunta. Sabemos que hubo una independencia política sobre todo jurídica. Sabemos que la independencia fue una de las consecuencias de la explosión social que se puso de manifiesto durante la crisis de autoridad del Rey a partir de 1808. Sabemos que las guerras civiles tuvieron una salida política que fue la guerra por la independencia política, guerras cuyo efecto principal se manifestó en la ruina y en la muerte, que generaron a su vez, nuevas formas de dependencia económica derivadas de la deuda externa, y que la dependencia ideológica mantiene pleno vigor en el siglo XXI, no sin sus respectivas transmutaciones en cuanto a la manera de manifestarse.
Lo que sí podemos percibir, es que la presencia de una forma de masonería profesional del gremio militar practicada entre los oficiales de los ejércitos tanto británicos como españoles, permitieron dar los pasos hacia un proceso de pacificación, donde aquellos masones del siglo XIX entendía como un hecho masónico, no la independencia como guerra, pero si el abrazo de Bolívar y Morillo en el lugar del encuentro a la hora de firmar el armisticio, ese abrazo es considerado como un símbolo masónico de reconocimiento de igualdad, respeto, fraternidad, y sobre todo en el caso específico, de reconciliación fraternal. La tolerancia como símbolo y virtud de entendimiento humano para dar fin a la Guerra a Muerte.
De lo expresado en este primer punto podemos ingerir que  los masones admiren a los héroes de la independencia por su lucha abnegada por obtener la independencia. Aunque hubiesen tenido más injerencia en el proceso de pacificación que en el del heroísmo  guerreroLa decadencia tiende a reconocer como virtud la lucha por la guerra por la independencia, más que la lucha por la pacificación y por la igualdad en el reconocimiento de los derechos civiles, y muchas virtudes masónicas de las cuales poco se escribía porque se ignora su última propagación.
2. El hecho de que todos los presidentes de Venezuela del siglo XIX estuvieron vinculados a la masonería en alguna etapa o durante toda su vida como elemento de criterio para catalogar el auge o importancia de la Masonería resulta otro criterio más cercano a la política que a los valores masónicos. Si tomamos el asunto como “que importante es que todos los presidentes sean masones”, sin detenernos a pensar ¿qué clase de presidentes fueron?; ¿A cuál categoría de seres humanos estamos hablando?.
Con esas preguntas ya dejamos el noventa por ciento de las interrogantes respondidas. En este particular preferiría exaltar los valores de una orden de paz durante un siglo de guerras, resaltamos la virtud de la institución masónica al mantenerse “unida” y sobrevivir a todos los desastres políticos que propiciaron sus masones presidentes, manteniéndose como la institución de los obreros de la paz.
3.- El tercer punto para iniciar el debate sobre el tema viene dado por estamos hablando de un colectivo masónico que se manifiesta en la documentación preservada, a través de su capacidad para organizarse en virtud de la lucha por la igualdad en el plano de los derechos civiles. Esta es una historia oculta de la Masonería. Pero también parece un elemento de criterio más adecuado para evaluar el auge o decadencia de la Orden en virtud de saber cuál es la acción masónica, o el rol que le toca desempeñar como colectivo a la hora de considerar su auge o decadencia. Si los masones del presente desconocen todos los logros que la Orden alcanzó como colectivo, es fácil comprender por qué evalúan la importancia de la Masonería en virtud de estar en el gobierno. Pero por otro lado nos hace pensar que la Masonería venezolana del siglo XIX fue un instrumento de la política de Guzmán Blanco cuando vinculamos su auge y decadencia con el auge y decadencia de la figura política de este personaje que luce más como un político y un guerrero que murió dejando una herencia millonaria en Francia, que como un fervoroso obrero de la paz, iniciado en unos augustos misterios que lo guiaron por la senda de la luz masónica.  

Caracas 30 12 2013



[1] Eloy Reverón, Crisis de la Masonería venezolana (siglo XX) (Caracas, Venezuela: Instituto de Altos Estudios Diplomáticos “Pedro Gual”, 1995)
[2] Para detalles relativos a la institucionalización de la Masonería en Venezuela remitimos a Masonería Desnuda, de Eloy Reverón
[3] Remitimos el lector a su ensayo periodístico alrededor de la Independencia en su Biografía de José Félix Ribas.

martes, 10 de septiembre de 2013

Logias registradas en 1855 por Eloy Reverón

Logias bajo la jurisdicción del Gran Oriente Nacional 23 12 1855
Aunque la hoja suelta de donde proviene la información no indica si todas estas logias estaban en funcionamiento, los masones venezolanos atravesaban, nuevamente por una situación cismática.
Está firmada por el Q:.H:. que ocupaba el cargo de secretario de la Logia Esperanza N 37 de Caracas, Jesús María Rosales.

Unanimidad N 3 de La Guaira
Libertad N 11 de Puerto Cabello
Victoria N 19 de Curiepe
Restauración N 23 de Río Chico
Aurora N 26 Petare
Victoria N 31 Nirgua
Justicia N 36 Maracay
Victoria N 38 de La Victoria
Filantropía N 39 Guarenas
Prudencia N 40 Caracas
Amistad N 41 Montalbán
Constancia N 42 Cura

De otra obediencia (Supremo Consejo de Grandes Inspectores e Inquisidores)

Fraternidad N 4 de Caracas
Caridad N 32 de Caracas
Lealtad N 33 de Caracas
Fe N 35 de Caracas

Después de la Batalla de Carabobo (24 de junio de 1821) comenzó un período de relativa paz. Faltaba tomar la fortaleza de Puerto Cabello perdida por Simón Bolívar en 1812, y con ella la Primera República. Por ese puerto llegaban los suministros a los monárquicos y a los nuevos aspirantes a administradores coloniales
que venían de Puerto Rico y de La Habana. Hubo nuevas invasiones por la Vela de Coro y la situación quedó más o menos controlada hasta la batalla naval del Lago el 24 de junio de 1823, al mes siguiente José Antonio Páez, logró tomar el fortín Zolano y,  finalmente, el 8 de noviembre de 1823, bajo  una arriesgada operación,  el general Páez y su Estado mayor toman el Castillo de Puerto Cabello,  el 8 de noviembre. 
Esta lista fue presentada en 1992 en la Escuela de Historia en la Universidad Central de Venezuela. Eloy Reverón Masonería en Venezuela, trabajo de tesis para optar al título de Licenciado en Historia bajo la tutoría del profesor Henry Georget




lunes, 9 de septiembre de 2013

Logia Perfecta Armonía N 2 de Cumaná por Eloy Reverón

          Logia Perfecta Armonía N 2 de Cumaná

Las actividades masónicas de la Res:.Log:. Perfecta Armonía N 2 se hacen presentes en la historia de la masonería venezolana   desde temprana data. Por dos documentos esenciales de los cuales nos ocupamos a continuación.
Cuando el general Páez solicitó carta patente para regularizar la logia que presidía en Valencia, ya la logia Perfecta Armonía estaba regularizada, vale decir, antes de junio de 1823. Y mucho antes debió haber estado funcionando en cuanto a que para esa fecha habían impreso un pequeño libro que servía como lexicón y como material de apoyo para las discusiones del espíritu de la masonería.
Corresponde a la edición fascimilar
que realizó IVEM
en 1993
La primera reseña histórica que hemos hallado de esta logia la escribió el   Dr. José F. Marval Baptista P M Gr : 30, haciendo necesaria mención a la logia Perfecta Armonía N 2 durante la celebración del aniversario de la logia Bella Altagracia N 24. Lamentablemente la hoja suelta donde está la transcripción durante su discurso en ocasión de la celebración del aniversario de esa logia no tiene impresa la fecha.
Lo interesante del discurso de Marval es que lejos de entrar en contradicción con los elementos que hemos venido juntando para construir esta historia, no solo encajan perfectamente sino que agrega nuevos elementos para la visión global de la Institución.
Marval nos asegura que 

"La Respetable Logia "Perfecta Armonía" Nº 2, fundada en 1810, por un Masón enviado especial del Gran Oriente de Maryland (USA), es la iniciadora de esta singular escuela en esta Tierra de Gracia. Esta Logia permanece en la jurisdicción de este Alto Cuerpo Norteamericano (estadounidense) hasta el año de 1823, cuando junto a otras 18 Logias, deciden la fundación en Caracas de la Gran Logia de Colombia, el 24 de junio de 1824.

Ese masón estadounidense que la logia de Maryland envió especialmente para realizar proselitismo masónico al cual se refiere Marval respondía al nombre de John King, y fue precisamente quien, según señala José Antonio Páez en la solicitud de carta patente, que él le había recomendado seguir el ejemplo de las logias de Barcelona, Cumaná y La Guaira. Encaja incluso el orden porque estas logias, aunque en documento solo menciona la localidad, llevan respectivamente los tres primeros números.


John King era sobre cargo en un buque mercante que cubría la ruta hacia Estados Unidos, lo encontramos en un par de menciones que de él hace quien era cónsul de la Gran Bretaña en La Guaira, Sir Robert Ker Porter en su Diario. Sabemos por su diploma de maestro que el diplomático pertenecía a una logia en su pueblo natal en Inglaterra, pero no es muy generoso que se diga en las anotaciones que hace sobre personajes de su tiempo que sabemos vinculados a la Masonería.

Pero leamos un poco más sobre los datos que proporciona Marval: La Respetable Logia "Perfecta Armonía" Nº. 2, tuvo como su primer Venerable Maestro al Querido Hermano Lic. José Grau, y el segundo fue Diego Bautista Urbaneja. En esta Respetable Logia se inicia y trabaja una pléyade de ilustres cumaneses y sucrenses como José Francisco Bermúdez, Domingo Montes, Agustín Armario, Manuel Rivas, Miguel Aristiguieta, Andrés Caballero, Santiago Mariño (ya iniciado en la Isla de Trinidad) y posiblemente Antonio José de Sucre, entre muchos otros. 
Se refuerza el tono de su discurso con la realidad histórica al nombrar con seguridad la calidad de masones conque identifica a la mayoría. Es circunstancia de conjetura histórica que Mariño se hizo masón en Trinidad, y sobre todo el "posiblemente" con el que acusa su duda sobre la condición Masónica del Mariscal. Sugiero revisar los enlaces que ofrezco en el texto haciendo click sobre los nombres  subrayados para el acceso.

El Q:.H:. Marval salta al año 1866, sin más datos sobre la Perfecta Armonía. En la lista elaborada por José de Jesús Castro en 1854 y que copiamos para nuestro libro Masonería Desnuda aparece la Logia Perfecta Armonía". En el año 1867, varias logias del estado Sucre figuran en el archivo de la Cámara legislativa, solicitanto la instauración del matrimonio civil en Venezuela. La logia Perfecta Armonía no había dejado de existir debido al terremoto de 1853 y a la participación de aquellos hermanos en la Revolución de 1853, en la que estaban involucrados varios hermanos de esa logia. En la base de datos de IVEM figura José Manuel Grau referido como miembro de la Perfecta Armonía N 2 en 1855. También figura un Caballero Andres María en la logia Protectora de las Virtudes N 1 Barcelona 1855. ¿Es el mismo? ¿Emigró por el terremoto de 1855?. Todavía estamos investigando

En nuestro próximo escrito traeremos los comentarios que al respecto hizo el historiador Q:.H:. Bartolomé Tavera Acosta. 


domingo, 8 de septiembre de 2013

Logias de Venezuela: Protectora de las Virtudes N 1 por Eloy Reverón


Logia Protectora de las Virtudes N 1 Barcelona



Esta logia está ubicada en la ciudad de Barcelona, capital del Estado Anzóategui de la República Bolivariana de Venezuela. El primer documento que acusa su presencia en la historia de la Masonería Venezolana que se construye desde el Instituto Venezolano de Estudios Masónicos IVEM lo hallamos en el Archivo de la Asamblea Nacional, en 1988 y estaba identificado como Archivo del Congreso de la República.
Forma parte de un legajo de 89 folios donde la Cámara legislativa nombra una comisión para responder a una solicitud que hacen 10 logias de Caracas y del interior del país en el año de 1864. 
El hilo conductor del discurso de la solicitud parte de un episodio que protagoniza un Q:.H:. de ese taller de Barcelona cuya profesión era la de agente viajero, vendedor de mercancía seca, como decían entonces. José Ruíz se encontraba en la ciudad de Barquisimeto atendiendo a sus clientes y como un masón activo y pendiente de su asistencia semanal a la logia, visitaba la logia Estrella de Occidente N 50. Ruíz se enfermó y el hermano hospitalario se encargó de apoyarlo en nombre de la logia. Lo hospedaron en la misma casa donde estaba entonces la logia, muy cerca del teatro Juárez, entre las carreras 20 y 19, donde hoy está un edificio que se llama La Logia. El hombre llegó a tal estado crítico de salud, que fue necesario llamar a un sacerdote para que le administrara el sacramento de la extremaunción.
No olvidemos que esto sucedió en el año 1864, año del célebre silabus contra la masonería y los liberales del mundo. La Iglesia proscribía a la masonería por una serie de razones que nos corresponde analizar en otro espacio. Lo cierto es que el padre Domínguez, cura párroco a quien le correspondió administrarle los santos oleos, trató de chantajear al hermano moribundo al imponerle condiciones. No se trataba del simple arrepentimiento de los pecados, sino de algo más concreto y de utilidad pública para la Iglesia en su campaña para desprestigiar a la Masonería. Le pidió nada más y nada menos que abjurara de la Institución que lo había socorrido, atendido con tanto amor fraternal.
El tema es que José Ruiz falleció antes de poder cumplir con la solicitud del presbítero y se convirtió en bandera ejemplar en la lucha de los masones por los derechos civiles en el siglo XIX.
Si quieren más información sobre la lucha por la igualdad de los derechos civiles que emprendieron entonces los masones venezolanos del siglo XIX, y que publicaremos una edición digital en este enlace, haga click sobre: Blog del Instituto Venezolano de Estudios Masónicos; mientras tanto les ofrecemos otro enlace cual está reseñado por el Q:.H:. Miguel Santana Mujica, hoy en el Oriente Eterno, pero nos dejó una reseña sobre la obra: Influjos Masónicos en la Instauración del Matrimonio Civil en Venezuela.

Por ahora nos interesa anunciarles que seguiremos contando la historia de la logia Protectora de las Virtudes N 1 de Barcelona de cuyo seno surgieron las logias Simón Bolívar de Puerto Píritu, Estrella de Guanipa en El Tigre, Estrella de Belén en Aragua de Barcelona, Luz del Caribe y Abraham Lincolm de Puerto La Cruz, Benito Juárez en Barcelona y Sol de Anzoátegui en Cantaura (Storms, 1985).

Logias de Venezuela por Eloy Reverón

Las primeras logias masónicas comienzan a establecerse en nuestros puertos con la apertura de las relaciones comerciales entre Iglaterra y las colonias de España en América. Se establecen comerciantes en los puertos y se pone de moda, por decirlo así, esta forma de reunirse al estilo Inglés. La segunda oleada llega con las guarniciones militares tanto de España con de Inglaterra, las cuales establecen logias de Campamento.

De esta manera, los documentos masónicos firmados en lo que hoy es territorio venezolano, datan de 1817, en Achaguas. El cual corresponde a un salvo conducto para viajar a la provincia de Veraguas, el cual fue expedido a favor de Dionicio Egan que reposa en el archivo de la Gran Colombia en Bogotá. El segundo corresponde a una solicitud de Carta Patente a la logia Amicable N 25 de Maryland, firmada por el general Páez en Valencia durante el año 1823.
En la hoja de servicios elaborada por el acucioso documentalista general Manuel Landaeta Rosales, Páez fue nombrado primer Serenísimo Gran Maestro de la Orden Franc masónica venezolana en 1840. Según la experiencia de todos estos años investigando el tema, y lo confirman los masones del siglo XIX, el gran influjo de la masonería en el proceso conocido como el de la independencia jurídica y militar de Venezuela, está vinculado a la pacificación. El abrazo de Santa Ana, tiene todas las características de la simbología masónica. José
de Jesús Castro afirmaba en 1856 que la masonería había llegado a Venezuela en 1808. La suscinta relación histórica de la masonería venezolana escrita por los Francmasones e impresa en la imprenta de Georges Corser dan cuenta de este episodio de pacificación como un episodio masónico. De igual manera Francisco González Guinán reseña el texto de la solicitud de amnistía para el general Mariño en 1853, le recuerdan los masones al presidente Monágas el Ejemplo de Boívar y Morillo en Santa Ana de Trujillo.
De tal suerte que la masonería histórica comienza cuando la acción de los masones se hace sentir en la sociedad, no como unos fabricantes de violencia, de muerte y guerra, sino como obreros de la paz. Miembros de una sociedad discreta, no secreta. Lejos de labores conspirativas.
 Aquí presentamos otro testimonio de un legionario británico que hace mención a su participación como vigilante en la ceremonia de iniciación del general Montilla en la Logia de Angostura, también en 1817, lo cual coincide con el nombramiento de James Hamilton como Supremo Comendador para América del sur  que publicamos en el Blog Lectores. Una cita del historiador británico Robert Freke Gould (1836 1915) En Angostura este Hamilton hizo su vida, fue el traductor del discurso de Angostura y obtuvo una concepción para la navegación de sus vapores por el Orinoco. Se le conoce también por el Amargo de Angostura. 



jueves, 22 de agosto de 2013

Grave Crisis en la Masonería por Enrique García


Es una publicación de Caracas Venezuela. Estamos en el año de 1965. Veamos la siguiente parte del recorte:

Una crisis ventilada al mundo profano, y a través de la prensa. Esto más que una grave crisis puede ser un signo de decadencia. Podemos echar un vistazo a ver quién ganó entonces. Veamos que dice la lista de los masones que ocuparon el cargo de Gran Maestro
En esa lista no aparece alguien que asuma el cargo en 1965. En 1966 asume el cargo el general Eladio Urbina. Alguien podría pensar que donde manda general no manda teniente coronel, pero aquí estamos dentro de los límites de un espacio fraternal de igualdad y libertad. Mejor leamos la primera estrofa del artículo a ver que otro detalle nos puede aclarar la naturaleza de la crisis.
En primer lugar se trata de una reelección del hermano Miguel Tejeda. Exagera el periodista cuando habla de ochenta mil masones. 

El problema no es que hubiera ganado por un voto, si no la presencia de diputaciones fantasmas. No se trataba entonces de elecciones directas, sino que los diputados de cada logia elegirían entre los diputados. Votos fantasmas significa que existen diputados de logias establecidas en los documentos, con un número equis de miembros, pero independiente del número de miembros, vale lo mismo un voto de un diputado de una logia con diez hermanos, que una que agrupe a cien. continuemos leyendo el recorte de prensa.


 Según las afirmaciones del periodista, el promedio de hermanos por logia sería de mil. Ni siquiera en los tiempos de Guzmán Blanco, época dorada de la masonería venezolana.

El derrotado representaba una corriente de "filosofía revolucionaria". Lo delicado del asunto fue haberlo llevado al dominio público. Eso no suena tan revolucionario. Veamos que dice el párrafo siguiente: se cuestiona que el voto no es directo, que no son todos los masones los que votan sino sus representantes.

Pero más adelante veremos que se trata de las cuentas de los gastos lo que sale al público en este momento.
El tema es que el periodista está mal informado con el número de miembros. Menos aún que pertenecen a diferentes clases sociales.


El resto del artículo insiste en lo mismo. Crisis, trampa, manipulaciones electoreras, fraude electoral. Eso pasa en todas las instituciones donde se eligen a los miembros directivos. En el presente, los masones ejercen el voto directos, secreto y universal.

El asunto llegó a extremos que tuvo que intervenir la policía. Habla la prensa de un centenar de masones protestando en la puerta del Gran Templo Masónico de Caracas.

Se comenzó a especular con respecto a corrupción en la administración de la franternidad.

Llegaron a nuestras manos otros recortes de prensa, pero hablan de una situación sismática del  año 1957. Manténganse en sintonía con este blog. O con algunos de sus enlaces. 




viernes, 7 de junio de 2013

Un gol de la masonería a la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UCV


Una muestra de lo que no se debe hacer en investigación histórica en la especialidad de la masonería. 

viernes, 25 de enero de 2013

Lista de los hermanos que ocuparon el cargo de Gran Maestro

Gran Logia de la República de Venezuela Hermanos que ocuparon el cargo de Gran Maestro


1824 1844 …  Lic Diego Bautista Urbaneja 
1844 1847 ... Ignacio J. Charquet
1847 1851 ... Casimiro Hernández
1851 1854 ... Isidoro Hernández Bello
1854 1856 ... Manuel Felipe Tovar
1856 1857 ... Coronel Francisco Conde
1857 1858 ... Luis Delgado Correa
1858 1860 ... Lic Antonio J. Rodríguez
1860 1861 ... Luis Delgado Correa
1861 1863 ... Fernando A. Díaz
1863 1865 ... Coronel Francisco Conde
1865 1869 ... Rafael Martínez
1873 1877 ... Juan C. Hurtado
1877 1881 ... Isaac J. Pardo
1881 1883 ... Federico Meyer
1883 1887 ... Dr. Pedro Medina
1887 1889 ... Agustín Coll Otero
1889 1891 ... Dr. Santiago T. Atenza
1891 1893 ... Pedro S Delfino
1893 1895 ...Agustín Coll Otero
1895 1897 ... Wenseslao Carías Pérez
1897 1899 ... Lorenzo Matías López
1899 1901 ... Andrés A. Albor E
1901 1903 ... José F. Gabazut
1903 1905 ... Francisco Brito L
1905 1907 ... General Joaquín Garrido
1907 1909 ... Domingo J. Coronil
1909 1911 ... Enrique B. Levy
1911 1912 ... Dr. Pablo Godoy Fonseca
1912 1913 ... Dr. Manuel Porras Ortiz
1913 1915 ... César Zumeta
1915 1917 ... Dr. Ignacio Lares Ruíz
1919 1921 ... Dr. Aarón Benchetrit
1921 1923 ... Dr. Juan Bautista Ascanio Rodríguez
1925 1927 ... Dr. Jacobo Bendahán Ch.
1927 1929 ... Juan Caussel
1929          ... José Policarpo Reyes Zumeta
1929 1930 ... Dr. Adolfo Olmo
1930 1931 ... Dr. Jacobo Bendahán Ch.
1933 1935 ... Dr. Agustín Beroes
1935 1937 ... Carlos E Lemoine
1937 1939 ... P.A. Paz Castillo
1939 1940 ... Fernando Márquiz
1940 1941 ... Juan Masó Benítez
1941 1943 ... L. Arturo Irazábal
1943 1945 ... Dr. Juvencio Ochoa
1945          ... Carlos Rodríguez Jiménez
1955 1957 ... Dr. Augusto Ascanio S.
1959 1963 ... Simones Domínguez
1963 1966 ... Miguel Tejeda
1966 1972 ... General Eladio Urbina
1972 1975 ... Edito Acevedo
1975 1977 ... Simones Domínguez

Fuente:  Francisco Castillo S.