jueves, 11 de diciembre de 2008

Masonería del Rito Escocés Eloy Reverón

Albert Pike registró su obra en 1871, y que ha sido reconocido como una suerte de papa del Rito Escocés, consideraba a la Orden como a una sucesión de grados, mero vehículo de grandes lecciones filosóficas y morales que puede apreciarse como un gran sistema armonioso velado en alegorías. Señala que el Maestro Secreto deberá ser un hombre de honor y de consciencia, que prefiere su deber a cualquier asunto lateral, aún para su vida; independientemente de su opinión y bienes morales; sumiso a las leyes, devoto de la humanidad, su país y su familia; amable e indulgente con sus fráteres, amigo de todos los hombres virtuosos y siempre listo para asistir a sus compañeros, por todo lo que significa su poder. (Imagen parcial de la portada del libro de Francisco Castillo editado en 1974, Quién es Quien en la Masonería Venezolana)

sábado, 24 de mayo de 2008

Reverón, Eloy. El Fantasma de Bolívar en la Masonería Venezolana


Publicado en el N 3 de la Revista Altagracia de la Biblioteca Nacional

Reverón, Eloy. El Fantasma de Bolívar en la Masonería Venezolana, Caracas, Editorial del Instituto Venezolano de Estudios Masónicos, 2001, 222 p.

Aunque la obra salió de imprenta el 11 de septiembre de 2001, por razones publicitarias obvias tardó mucho tiempo en ser llevada fuera de los templos masónicos, salvo en la Librería Kuaimare. Finalmente fue presentada en el Hotel Nacional de La Habana, en un evento organizado por la Gran Logia de Cuba, en junio de 2004, dentro del marco de la celebración del bicentenario de la Independencia de Haití.
Trata un aspecto de la vida del Libertador poco estudiado con óptica académica. Es la ampliación de un papel encargado por la Universidad Simón Bolívar, y publicado en el Anuario de Estudios Bolivarianos Bolivarium, número 6, en 1997. Trata a Simón Bolívar y su vínculo con la legendaria Orden de La Escuadra y El Compás. Cofradía de antiguos constructores de catedrales transformada en centros de especulación filosófica en un marco de tolerancia religiosa y política que sirvió de inspiración al General Miranda para crear una red de personalidades comprometidas con la idea de aquella Patria Grande que más tarde José Martí llamara Nuestra América.
La obra está dividida en cinco partes. En la primera nos lleva de la Masonería Universal al Fantasma de los Héroes, donde nos va trayendo desde los antecedentes de la Masonería universal, unos de orden histórico, y otros, del psicológico. El primero vinculado a la Monarquía en la América Hispana, seguidamente la Revolución Francesa, y luego a la gesta de Independencia, sin perder de vista como telón de fondo, la historia del cristianismo y la Crisis de la Consciencia Europea, como marco de transformación de la Masonería Operativa en Masonería Especulativa o filosófica y como a través de la expansión comercial marítima de los Británicos se extiende hacia los puertos del mundo, llegando a América por diferentes rutas, para expandirse de manera informal, entre los masones que vinieron a pelear en la guerra de la Independencia, tanto del bando patriota, como en el Realista.
En el segundo capítulo hace un recorrido por aspectos masónicos en la literatura histórica de la España Franquista hasta el nacimiento de la Masonología, fundada en España por el doctor José Antonio Ferrer Benimelli, fundador de la cátedra de Estudios Masónicos de la Universidad de Zaragoza.
En el tercer capítulo continúa la ruta de su indagación para descubrir la forma cómo llega el Bolívar masón al Olimpo de la Patria, dentro del marco del culto a Bolívar como religión civil del venezolano. Muestra las contradicciones del culto a los héroes con la tradición de los valores colectivos de la Orden.
En el cuarto capítulo revela detalles interesantes sobre la vida masónica del Libertador y una logia masónica de París. Vislumbra la posibilidad de una confabulación masónica rodeada de elementos mágicos y simbólicos de la tradición secreta, en torno a su encuentro con el general español don Pablo Morillo en la población trujillana de Santa Ana donde acordaron mediante armisticio, el principio del fin de La Guerra a Muerte, y prepararon el ambiente para el nacimiento de la fraternidad hispano venezolana en la Batalla de Carabobo, celebrada curiosamente, el día internacional de la Masonería.
El fantasma de Bolívar, nos muestra el autor, como constituye una curiosidad histórica creada por la dirigencia masónica venezolana de mediados del siglo XX en virtud del culto al héroe prototipo masón; así como también, la imagen de un alma en pena que regresará tranquila al sepulcro, cuando los venezolanos, bolivarianos o no, consoliden la unión en virtud de producir las riquezas y el bienestar social que esta rica nación merece para alcanzar la soberanía y grandeza que soñaron sus fundadores.
Es el mito del caballero andante que sale en busca de aventuras donde se enfrenta a feroces dragones en defensa de su doncella, La Patria. Nuestro héroe bajó al sepulcro pidiendo la unión, y no solo enfrentó los monstruos de la guerra, sino que enfrentando a la Naturaleza misma, osó retarla a obedecer a sus altruistas ideales libertarios. Y no conforme con todo esto, liberó a su dulcinea encerrada en el castillo de yugo político colonial.
El historiador Reverón, es egresado de la Escuela de Historia de la Universidad Central de Venezuela, del Instituto de altos Estudios Diplomáticos “Pedro Gual” y del Instituto de Altos Estudios de la Defensa Nacional IAEDEN, es fundador de la cátedra de Historia de la Masonería en Venezuela en la Escuela de Historia de la U.C.V., abierta durante el período que fuera director de dicha escuela, el profesor Samuel Moncada.
Reverón trata el tema con una erudición y seriedad poco frecuente entre los escritores que han tratado el tema de las Sociedades Secretas. Su tesis de licenciatura fue dedicada a la Masonería en Venezuela en el siglo XIX. El Instituto Venezolano de Estudios Masónicos publicó su primer libro, Masonería Desnuda, en 1994; “Mito y Realidad en la Historiografía Masónica de la Independencia” en el Anuario del Instituto de Estudios Bolivarianos de la Universidad Simón Bolívar, Bolivarium, 1995; “Masonería en Venezuela”, en 1996, en el número 17 de la Colección Historia Para todos de los profesores de la Escuela de Historia de la U.C.V., dirigida por el profesor Arístides Medina Rubio; Herederos de las Guildas de la colección 5to. Centenario de la Biblioteca Nacional (inédito); Bibliografía Masónica Básica (inédito); Semblanza Masónica de Ilustres Venezolanos” (inédito);así como numerosos artículos en el Diario Vea, la revista El Investigador Venezolano, de la Biblioteca Nacional; en el Globo, el Diario de Caracas, y en mejores tiempos, en El Universal, así como numerosas conferencias en las logias masónicas de Venezuela y del Exterior.

miércoles, 30 de abril de 2008

La vida secreta de Simón Bolívar

La vinculación de los próceres de la Independencia Hispanoamericana con las sociedades secretas tiene su origen en el celo frente a la relación de los súbditos de las colonias con los enemigos del imperio español. La existencia de las logias representaba una amenaza para la Monarquía porque su infraestructura servía de vehículo para las ideas que habían impulsado la evolución política de Europa desde finales del siglo XVII en Inglaterra, y finales del siglo XVIII en Francia. Desde el punto de vista de la historiografía española, es posible percibir el surgimiento de las nacionalidades hispanoamericanas como consecuencia de la desmembración del Imperio Español en América. Los primeros afectados por esta crisis fueron los intereses de la Corona y la Iglesia, quienes desde el principio vieron una seria amenaza en las ideas republicanas provenientes de Francia y el protestantismo de Inglaterra. De esta manera se formó una matriz de opinión donde liberalismo, tolerancia religiosa, masonería, republicanismo, derechos civiles y sociedad civil, conformaron un polinomio anticlerical que ponía en jaque a la supraestructura ideológica del Imperio. Para entender con precisión, el sentido de las sociedades secretas debemos comenzar con aclarar el concepto de logia, y establecer la diferencia entre la mazonería (con z) como institución tradicional, y la Masonería del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, instalado en el año 1808, en Charlestone, Carolina del Norte, Estados Unidos de Norte América; y de éstas con las sociedades secretas y clubes político literarios, que utilizaron como forma de organización y célula fundamental, a la logia; de las cuales en la Francia de comienzos del siglo XIX, pasaron de un centenar (F.T.B.Clavel: 1848). Cuando le colocamos la lupa a los primeros movimientos revolucionarios como el de La Guaira, liderado por Manuel Gual, y José María España, resaltamos una realidad que delata algo que habían escamoteado políticos e historiadores tradicionales. Pero que Caracciolo Parra Pérez trató en su justa medida al reconocer que los mantuanos colocaron el Cuerpo de Nobles en el Cabildo, al servicio de la represión de este movimiento, por la sencilla razón - le agrego yo - que atentaba contra la base de la riqueza mantuana, la esclavitud. Estos mismos mantuanos son los que el 19 de Abril de 1810 salieron a defender los derechos de Fernando VII, y en el constituyente de 1811 formaron una fuerza de notable influjo, y donde los pardos, que sí conformaban la mayoría de la población, encontraron escasa representación. La Sociedad Patriótica, reflejó la estructura organizacional de una logia, pero su debate fue abierto. Lamentablemente, los archivos de esa organización política fueron arrasados por el huracán revolucionario.
Los detalles de la vida secreta del Libertador reposan en la logia “San Andrés de Escocia” de París donde se desarrolló toda su vida masónica. También es posible vislumbrar la presencia de elementos simbólicos, propios de una tradición iniciática en torno su encuentro con el general Pablo Morillo en la población trujillana de Santa Ana donde acordaron, mediante un armisticio y un tratado de regulación de la guerra que significó el principio del fin de la Guerra a Muerte. Esos serán temas para nuestra próxima entrega.
Fraternalmente Eloy Reverón erivem@gmail.com